"Across the Sea" es el décimoquinto episodio de la sexta y última temporada de Lost, y 118 de toda la serie. Fue emitido en Estados Unidos el martes 11 de mayo de 2010. En él se narra la historia de Jacob y El Hombre de Negro, cómo llegaron a la Isla y cómo comenzó su rivalidad.
 

Tiempos clásicos romanos

Aproximadamente 2000 años antes del Accidente del Oceanic 815, una mujer llamada Claudia se encuentra en el océano, flotando cerca de los restos de un barco y cuando mira a su alrededor ve la Isla. Cuando finalmente llega a tierra hace grandes esfuerzos por levantarse y se puede apreciar su embarazo avanzado. La playa se encuentra repleta de los restos de su embarcación. Mientras recorre la Isla encuentra un arroyo del cual bebe un poco de agua. Mientras está bebiendo, ve el reflejo de una mujer en el agua. Esta mujer se ofrece a ayudar a Claudia y la lleva a su campamento, donde la alimenta y cura sus heridas.

Las dos mantienen una conversación en latín y la mujer contesta algunas de las preguntas de Claudia, le dice que está sola y que ella también llegó a la Isla "por accidente". Más tarde le dice que cada pregunta que haga le llevará a otra pregunta más y que debería dar gracias que está viva y descansar. La mujer no le permite a Claudia buscar otros sobrevivientes, ella dice que si los hay se encargará de encontrarlos.

Repentinamente Claudia entra en trabajo de parto y la mujer la ayuda a traer su bebé al mundo. Un hermoso niño es el que nace, al que Claudia llama Jacob. Cuando se creía que el parto había terminado, Claudia aún debe traer otro bebé al mundo que será El Hombre de Negro. Como no era un niño esperado, Claudia no tiene ningún nombre pensado para él. En tanto, la mujer se encuentra muy emocionada y mira a los niños con recelo. Cuando Claudia pregunta si le permite ver al segundo niño, la mujer la mata pegándole un piedrazo en la cabeza repetidas veces.

Trece años después

El niño de Negro encuentra un antiguo juego egipcio en la playa. Cuando habla con Jacob le dice que él ya sabe cómo jugarlo, "sólo lo sabe". Los hermanos comienzan a jugar, pero el Niño de Negro le hace prometer a Jacob que no le dirá nada a su Madre porque piensan que les quitará el juego si se entera.

Ese mismo día se ve a la Madre trabajando en un tapiz y le pregunta a Jacob si él la ama. Jacob le contesta que sí y la Madre le dice "entonces dime lo que ha pasado". La mujer va hasta la playa donde está el Niño de Negro sentado y él inmediatamente deduce que Jacob le ha contado sobre el juego. Ella exclama que Jacob no sabe cómo mentir y le dice al niño de Negro que él es "especial". Es la que ha dejado el juego en la playa para que él lo encontrara y cuando el niño duda, ella le pregunta quién más podría haber sido. El niño exclama que tal vez había podido venir de a través del mar pero la mujer le recuerda que no existe nada más allá de la Isla, que la isla lo es todo. Entonces el Niño pregunta de dónde vinieron ellos a lo que la madre contesta que nacieron de ella y que a su vez, ella nació de su madre que está muerta. El niño pregunta qué significa "muerto" y ella contesta que es algo de lo que nunca tendrá que preocuparse.

Más tarde se ve a los niños cazando un jabalí, pero este termina siendo atrapado por tres cazadores; los hermanos se asustan y van a contarle a su Madre. Ella dice que estos hombres no son como ellos porque "nosotros estamos aquí por una razón". Los hermanos insisten en saber cuál es esa razón y la Madre les venda los ojos y los lleva hacia un lugar aparentemente secreto hasta para ellos. En el camino, ella les recuerda que la gente es peligrosa porque ellos vienen, pelean, destruyen y corrompen, y siempre termina igual. Además les dice a los niños que los ha hecho de tal manera que nunca puedan lastimarse entre ellos. Finalmente llegan y la Madre les quita las vendas para que aprecien una cueva con una gran entrada que emite una luz muy brillante, de color oro. Les dice que esta es la razón por la cual están en la Isla, pero les advierte que nunca deberán entrar allí. El Niño de Negro dice que es muy bello y ella asiente y les dice que un poco de esa misma luz se encuentra dentro de cada uno de los hombres, pero que la gente siempre quiere más. La mujer dice que ya que los demás no pueden obtener esa luz, tal vez quieran tratar de llevarsela y aunque es imposible, en el proceso podría apagarse y si la luz se apagase en la isla se apagaría en todas partes. Ella ha protegido ese lugar pero sabe que ya no podrá hacerlo y que entonces uno de los dos deberá tomar su lugar.

Algún tiempo después, los niños están jugando al Senet, Jacob mueve una pieza y su hermano le indica que eso está prohibido porque contra las reglas. Le dice que el día que Jacob invente un juego todos podrán seguir sus reglas. Repentinamente se ve aparecer a Claudia a la distancia, bañada de luz pero que sólo puede verla el Niño de negro porque -como ella lo explica- está muerta. Ella lleva a su hijo a conocer un nuevo lugar de la Isla donde se encuentran asentadas otras personas. Ella le dice que vinieron a la Isla a través del mar hace 13 años. Ella le dice que es su verdadera madre y la de Jacob y que en realidad ellos provienen del otro lado del mar.
Jacob discute con su hermano su plan y su mirada sobre la Madre
. El Niño despierta en medio de la noche a Jacob y le dice que venga con él y que se unan a la gente de la villa. Él trata de explicarle que ellos son su verdadera gente y que su Madre mintió sobre todo, de que no los ama y que ni siquiera es su verdadera madre. Jacob entra en un estado de ira y golpea repetidas veces a su hermano. Su Madre los separa y Jacob le dice que el Niño de negro quiere dejarlos para irse con la otra gente. El niño reclama que su hogar no está en la Isla sino a través del mar y que no pertenecen a ese lugar. Él le ruega a Jacob que venga con él pero este decide quedarse con su Madre. Ella le dice a su otro hijo que no importa lo que le hayan dicho, nunca será capaz de dejar la isla. Él la desafía y dice que algún día será capaz de probar que eso no es verdad.

Jacob se sienta con su Madre en la playa. Ella admite haber matado a su madre biológica y que de haber vivido, Claudia los hubiera llevado con la gente mala y que eso no podía suceder. Jacob le pregunta por qué ama más a su hermano que a él y ella le contesta que los ama de maneras diferentes. Jacob acepta quedarse con su Madre, al menos por ahora.
[editar] Treinta años después
La Madre increpa a su hijo acerca de la rueda gigante.

Jacob aprendió a preparar el hilo para el tapiz y terminó una pequeña parte. Su Madre se ve cansada y triturando hierbas como en un estado de trance. Jacob visita la otra punta de la Isla y observa a su hermano trabajando en un proyecto con otras personas. Jacob baja a hablar con su hermano y juegan Senet. El Hombre de Negro le dice que su Madre podrá estar loca pero tal vez tiene razón acerca de la maldad de esa gente. Él dice que son ávaros, manipuladores, egoistas y de no confiar. Explica que se queda con ellos porque significan una forma de alcanzar su fin, es decir, irse de la Isla. El Hombre de Negro le revela a Jacob que ha encontrado una forma de salir de la Isla. Arroja su daga hacia la pared de un pozo y ésta queda pegada a las piedras que lo conforman. Explica que el metal se comporta de maneras extrañas en ciertos lugares de la Isla y esto podría llegar a permitirles salir de ella. Le pide a Jacob que venga con él otra vez, pero él contesta que la Isla es su hogar y que no quiere irse. El Hombre de Negro explica que este no es su hogar realmente.

Jacob le dice a su Madre que su hermano ha encontrado una manera de irse. Ella va a verlo y descubre que la gente ha construido un pozo. Después de que se van ella se escabulle dentro y encuentra a su hijo trabajando allí. Él le dice que ha buscado palmo a palmo y nunca estuvo cerca de encontrar la cueva con la luz, entonces pensó otra manera de acercarse a ella, que su gente tiene ideas interesantes sobre cómo hacer para acceder a ese lugar. Ha encontrado una forma de cavar hacia la luz que existe en algunas partes por debajo de la Isla. El Hombre de Negro quita una de las rocas y descubre detrás un haz de luz. Ha construido una rueda y planea cavar un gran hoyo en la pared del pozo para usarla con ayuda del agua y así construir un mecanismo que le permita salir de la Isla. Su Madre le pregunta cómo es que sabe tantas cosas y él contesta con sarcasmo que las sabe porque es "especial". Su Madre finge un saludo de despedida y mientras le dice que lo lamenta mucho, le golpea la cabeza contra la pared dejándole inconsciente.
"Aceptas la responsabilidad de proteger este lugar todo el tiempo que puedas".

Madre regresa con Jacob y lo lleva hacia la cueva con la luz. Le dice que él es quien debe protegerla ahora. Jacob pregunta qué hay dentro de la cueva y ella responde: "Vida, muerte, renacimiento; es la fuente, el corazón de la Isla". Ella le hace prometer que nunca va a entrar allí porque si lo hiciera sería aún peor que la muerte. Le da de beber a Jacob un poco de vino, mientras pronuncia unas palabras. Ella dice que tomar el vino implicaría que él acepte la responsabilidad de proteger este sitio todo el tiempo que pueda hasta que encuentre un reemplazo. Él no está contento con esto porque sólo se ha vuelto el sucesor al no poder serlo su hermano, él era el favorito de su Madre. Ella admite que estaba equivocada y que debió ser siempre él. Jacob bebe, su Madre le dice: "Ahora eres como yo".

El Hombre de Negro se despierta aturdido, su pozo ha sido tapado y se ve una humareda a la lejanía. Cuando llega allí encuentra a su gente asesinada y la villa destruida. También encuentra los restos quemados de su juego Senet.

Jacob y su Madre están regresando a casa; ella dice que se acerca una tormenta y manda a Jacob a buscar leña, le pide que tenga cuidado y no responde cuando Jacob le dice que la verá de vuelta en casa. En el campamento encuentra su tapiz todo destruido y sus cosas desordenadas. En el suelo encuentra el Senet que le regaló a su hijo 30 años antes y cuando se dispone a observar la pieza negra, es atravesada por detrás con la daga del Hombre de Negro. Con lágrimas en los ojos él le pregunta por qué no lo deja irse, ella responde agonizante: "Porque te amo... gracias".

Jacob regresa y ve lo que su hermano ha hecho así que lo ataca exactamente igual como lo hizo 30 años antes. Lleva a su hermano a la jungla mientras éste le recuerda que no puede matarlo. Jacob contesta que no tiene intenciones de hacerlo sino que lo lleva hacia la cueva de la luz y le dice que si está tan desesperado por salir de la Isla, que lo haga ahora, mientras lo arroja hacia dentro de la cueva. El Hombre de Negro se golpea la cabeza con una de las rocas y es arrastrado hacia dentro de la fuente como si fuese por acción de un imán, la fuente de luz lo chupa hacia su núcleo y desaparece. Momentos después la tierra tiembla y hace aparición El monstruo de Humo de adentro de la cueva, y rápidamente desaparece en el bosque. Jacob se limpia la cara en el arroyo y cuando voltea, ve el cuerpo de su hermano todo lastimado colgando de las ramas de un árbol. Jacob llora mientras lo abraza y acaricia de forma fraternal arrepentido. Lleva su cuerpo de vuelta a las cuevas, encuentra las 2 piezas del Senet, las coloca en una bolsa y pone ambos cuerpos juntos: el de su Madre y su hermano, para que descansen por siempre. En la mano de su hermano coloca la bolsa con las piezas del Senet y finalmente se despide de él diciendo "Adiós hermano".

28 de septiembre de 2004

Cientos de años después, Jack Shephard y Kate Austen descubren los cuerpos acostados lado a lado en la cueva, llevando las piedras blancas y negras. John Locke es quien les da un nombre: "nuestros propios Adán y Eva".