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"A mi no me gustan los malotes, pero éste me pone mala". Dos jóvenes se han parado ante un cartel publicitario que adorna la entrada de un centro comercial. La que no ha hablado todavía echa un vistazo a la valla. Luego, al rostro demudado de su amiga. Después, de nuevo al cartel. Un pecho tableado se recorta sobre un fondo marino. Bordeando los músculos abdominales, una leyenda en inglés: The power of cool. Más arriba, unos labios semiabiertos, la mirada retadora y una melena recién sacudida. Hay un nombre escrito: Josh Holloway. Para su amiga, "Sawyer, el de la serie Perdidos". Se promete a sí misma que verá un capítulo.
 

Un superviviente un poco canalla

A unos 12.000 kilómetros de allí, Josh Holloway, criado en Georgia (EE UU), 40 años, ex modelo, se prepara para una jornada de grabación. Tuerce el gesto mientras se coloca la camisa mugrienta que está reservada para las escenas de sangre. Lleva tanto tiempo encarnando al personaje de Sawyer en la ficción Lost (Perdidos) que admite que entre éste -un ex estafador canalla y seductor- y él hay más puntos en común que su acento sureño. "Yo también tengo algo de chico malo", revela en las entrevistas, con una sonrisa peligrosa.
 

En todo este tiempo, el estadounidense ha visto morir a muchos de sus compañeros de reparto: los guionistas no acostumbran a anunciar quién será el siguiente. Al principio esto le angustiaba. Ahora sabe que el final está cerca: los últimos episodios de la serie que mantiene en vilo desde hace cinco años a millones de telespectadores se emitirán en 2010. Será entonces cuando abandone la ínsula hawaiana de Oahu donde se realizan los rodajes y en la que se instaló en 2004 junto a su esposa.

Pero está tranquilo, la isla le ha dado más de lo que podía pedir: la consolidación de una carrera interpretativa -que, antes de llegar al Pacífico, estuvo a punto de cambiar por la de agente inmobiliario-, ofertas laborales (la última, el filme Stay Cool, en la imagen), la categoría de sex symbol, una hija y amigos.

En sus apariciones ante la prensa, a las que acude con camisas floreadas y semiabiertas, relata su infancia en un pueblo cuyas únicas salidas laborales eran "de mecánico, contratista o granjero". Se define como impulsivo y amante de la adrenalina, no un intelectual: "De pequeño mi madre me daba dinero por cada página que leía. No llegué a reunir más de 50". Ahora, en cambio, disfruta con la lectura y no descarta escribir cuando regrese a Los Ángeles. Una vez allí, también sueña con cortarse la melena y emular la trayectoria cinematográfica de actores tan respetados como Johnny Depp.
 

"Es bromista y visceral, le gusta vivir el momento", explica su amiga Evangeline Lily, la actriz que encarna a Kate en Perdidos.

Kate es el personaje que ha traído de cabeza a Sawyer durante cinco temporadas. El ex timador le pone ojitos, pero ella se le resiste. Al guapo de la isla le quedan ya pocos capítulos para cumplir con esta misión.
 

Casado pero no muerto

Josh HollowayA pesar de su talante de conquistador, Holloway lleva ocho años felizmente casado con la indonesia Jessica Kumala. En abril tuvieron a su primera hija, Java.

La pareja se conoció en Los Ángeles: "Jessica me dio una palmada en el hombro, me miró de arriba abajo y dijo: dame tu número antes de irte", cuenta el intérprete. Según ha confesado, le gustan las mujeres "con marcha", que se lancen y que disfruten tomándose una copa.

Desde que se comprometió, lleva una vida sosegada, antes iba "más descontrolado". Pero le sigue gustando flirtear y mirar a las mujeres: "Estoy casado, pero no muerto".